viernes, 12 de febrero de 2010

En la cuesta del sol
espero singularmente.

Con mis raíces llenas de nostalgia,
vacías de tu voz,
vacías de mi ansia.

Aún así,
hoy estoy hecho de tu paz,
hecho de tu cuerpo,
hecho de tu rostro,
de tus ojos,
de tus hilos suaves.

Y está tu voz
desde lo complejo de la confusión
asumiendo este vértigo
este verbo complejo
que singularmente replica
dentro del sol ahora
-y existe-
sol adentro me enceguezco
sol adentro me destruyo
arde mi fe y arde mi fruto.

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